Se llama grafiti (palabra plural tomada del italiano graffiti, graffire) o pintada a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre mobiliario urbano. La Real Academia de la lengua española designa como "grafito" una pintada particular, y su plural correspondiente es "grafitos".
También se llama grafiti a las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano.
como subcategoría de la misma, con su origen en el siglo XX. Fue un movimiento iniciado en los años 1960 en Nueva York, o, según aluden fuentes bibliográficas como getting from the underground, en Filadelfia.
El grafiti es uno de los cuatro elementos básicos de la cultura hip hop, donde se llama grafo o grafiti a un tipo específico. En este sentido, una pintada política no sería un grafito.
ORIGEN
Es un término tomado del italiano, graffiti, plural de graffito, que significa ‘marca o inscripción hecha rascando o rayando un muro’ y así llaman también arqueólogos y epigrafistas a las inscripciones espontáneas que han quedado en las paredes desde tiempos del Imperio romano. El arqueólogo Raffaele Garrucci divulgó el término en medios de académicos internacionales a mediados del siglo XIX.
El neologismo se popularizó y pasó al inglés coloquial al usarse en periódicos neoyorquinos en los años setenta. Por influencia de la cultura estadounidense, el término se popularizó en otros idiomas, entre ellos el castellano. Curiosamente, aunque el término grafiti ha pasado a muchas lenguas, en italiano se emplea el término de origen inglés writing para referirse a los grafitos de estilo hip-hop, ya que grafiti se deja para su sentido original.
Entre los hispanohablantes, es habitual oír grafitis, en plural, porque, aunque en la lengua de origen el término ya esté en plural, no se considera de este modo el calco.
El Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española recomienda el uso de la palabra grafito. Admite como válido el uso de grafiti en singular, y de grafitis en plural, aunque recomienda usar la palabra «grafito» y «grafitos» para su plural, que son las versiones castellanizadas de graffito y graffiti respectivamente. Recomienda además que cuando se trate de un texto o dibujo pintado, y no rascado ni inciso, se utilice "pintada". Aun aceptando la castellanización de graffiti a «grafiti», se recomienda evitar el uso de graffiti, ya que en español no existe la grafía ff.
La costumbre de escribir el propio nombre en propiedades y lugares públicos es antiquísima. En arqueología se utiliza el término «grafito» o graffiti (del italiano) para referirse a este tipo de inscripciones realizadas sobre muros, generalmente estucados, así como a los letreros arañados sobre cerámicas (habitualmente para marcar la propiedad). No se refiere a las realizadas por el autor de un monumento, sino a las que otros hacen posteriormente sobre el edificio acabado. Por ejemplo, las paredes de mazmorras y prisiones muestran los mensajes, dibujos y calendarios realizados por los presos.
La historia moderna de grafiti se remonta a los años 60 cuando empezó en Nueva York, influido por la música hip-hop. Los primeros artistas de grafiti se dedicaban a firmas, y vivían y pintaban en Nueva York.
Uno de los primeras artistas de grafiti firmaba TAKI 183 y fue entrevistado por el New York Times en 1971. Su nombre verdadero era Demetrius y era un joven griego que trabajaba como mensajero en Nueva York. Pintaba su firma en todos los sitios donde entregaba documentos y paquetes. Se hizo famoso y muchos jóvenes empezaron a imitarle y a buscar sitios cada vez más difíciles y llamativos donde dejar su firma. Tal vez el nombre TAKER que se utiliza para los rotuladores gruesas de tinta permanente utilizadas por los grafiteros tiene su origen en la primera firma de grafiti conocida, TAKI 183.
Pronto, cientos de jóvenes en Nueva York, especialmente aquellos atraídos por la música rap y hip hop, empezaron a firmar por toda la ciudad, tanto que las autoridades tuvieron que gastar más de $300.000 (es decir 80.000 horas laborables) en la limpieza del metro. El objetivo de estos primeros grafiteros era dejar su firma en el máximo número de sitios posibles. Ganaban fama, dentro de los círculos de grafiteros, según el número de firmas y según los sitios en los que lograban firmar. Cuánto más peligroso, más estatus.
Paralelamente, Keith Haring un artista, empezó a pintar sus dibujos en sitios públicos, primero pegando posters y luego pintando directamente sobre muros y los paredes de los metros de Nueva York.
Al ser un tipo de arte tan distinto, Haring se hizo famoso, y pronto museos de arte en la ciudad empezaron a exponer sus obras. Se puede conocer más sobre la obra de Keith Haring en esta página web: http://www.haring.com o ver un vídeo de Haring pintando en el metro de Nueva York aquí. El video tarda unos minutos en cargarse, sobre todo si tienes una conexión lenta pero merece la pena. Una vez cargado, pincha Start Movie que aparece en letra blanca a la derecha de la página, debajo del texto.
El grafiti es un modo de expresión artístico. Sus más directas influencias vienen dadas por otras expresiones culturales de la calle como el rap o el break dance. Es una condición transgresora, extralimitada, destructiva y combativa formando así su carácter ilegal.
Es por ello que se pretende integrar varias cátedras en nuestra institución, con la intención de romper con estos paradigmas, y rescatar o reencontrarnos con representaciones de verdaderas obras artísticas con un estilo moderno, con respeto y de forma no vandálica.
Prof. A.A.R.C.